Es conocida la función de la vitamina D como la facilitadora del tránsito del calcio a los huesos y un déficit de esta vitamina puede causar osteoporosis en adultos y raquitismo en niños,
pero también está relacionada con la visión. Investigaciones realizadas por el Instituto de Oftalmología de la University College de Londres, revelaron que la vitamina D3 podría ayudar a prevenir la degeneración macular (DMAE) relacionada con la edad, que es la causa más común de ceguera en las personas de edad avanzada. En pruebas llevadas a cabo con ratones adultos a través de un suplemento de vitamina D, en solo seis semanas se incluyeron mejoras de visión, reducción de inflamación en la retina y en los niveles de acumulación de beta amiloide, que es un sello distintivo del envejecimiento. La vitamina D3 o colecalciferol, concluyeron los investigadores, es útil para evitar la disminución visual relacionada con la edad. También, según un estudio de la Universidad de Nueva York, se ha encontrado que pacientes miopes registran una menor concentración en sangre de vitamina D que los no miopes.
Adquirimos la vitamina D principalmente a través de la exposición de nuestro cuerpo a la luz solar y son muy pocos los alimentos que contienen vitamina D de manera natural. Muchos de los alimentos que la contienen han sido enriquecidos con esta vitamina. Sin embargo, está en los pescados grasos como el atún, salmón y caballa. Por otra parte, buena parte de las leches, quesos y yogures que la contienen es por haber recibido un enriquecimiento posterior de esta vitamina.
Así pues, el aporte de vitamina D, a pesar que se recomienda no abusar de la exposición solar, está estrechamente relacionado también con un mejor estado de nuestra visión. Son recomendables los paseos al aire libre para sintetizar la vitamina D gracias a la acción de los rayos ultravioletas.
Equipo del IOTT