Hoy en día, es difícil encontrar a una persona que no necesite o vaya a necesitar gafas en algún momento de su vida. El abusivo uso de aparatos tecnológicos, el poco tiempo que estamos con luz natural y los numerosos trabajos que requieren pasar más de las horas recomendadas delante de una pantalla, han contribuido a que las lentes sean un complemento más en la imagen de la mayoría de la población.
La vista, a veces no valorada lo suficiente, es uno de los elementos más importantes en el desarrollo de la mayoría de actividades. En concreto, en el ámbito de la seguridad víal, un 90 por ciento de la información se recibe a través de este sentido, y según datos del estudio El estado de la salud visual de los conductores en España, el 68 por ciento de los conductores padecen un problema visual. A estas cifras han querido darle solución, y desde la Asociación Visión y Vida, con el apoyo de la DGT, impulsan campañas como No soy un lince para que la población tenga mayor conciencia de lo importante que es tener un control médico adecuado para evitar problemas tan trascendentales como los accidentes de tráfico.
Emilio Juárez, director médico del Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT), ha dedicado la mayor parte de su vida a esta especialidad. El doctor asegura que la prevención para evitar problemas visuales es totalmente necesaria, y esto sólo se consigue efectuando las revisiones pertinentes. “Es recomendable realizar una revisión anual. Para los pequeños, a partir de los
dos años y medio, y si no hay ningún problema, cada cinco años. En el caso de haberlo, también deberían tener una revisión anual. Sobre todo es muy importante que las personas acudan al especialista si detectan una pérdida de visión, esto normalmente indica que está pasando algo, y lo más importante es tratarlo lo antes posible”, recalca Juárez. Además, el médico indica que el
imparable avance de la tecnología hace que el éxito de las intervenciones que practican, reduzca el riesgo de la cirujía a un porcentaje casi inexistente, con éxito absoluto en la mejor calidad de vida del paciente. “La tecnología de la medicina se utiliza cada vez más para supervisar al médico y que éste no cometa errores. La tecnología es muy superior al ser humano, por lo tanto, es muy difícil que falle, si tú no lo has hecho previamente”, remata.
En este sentido, Juárez indica que en IOTT están “obsesionados” con disponer de la última ciencia del sector, y cuentan con las máquinas e instalaciones más avanzadas, que han supuesto una inversión en torno a los 9 millones de euros. “La tecnología permite, sobre todo, una mayor velocidad, y posibilita que la intervención sea más corta y el ojo sufra menos. Por lo tanto, si juntas
esto con una preparación adecuada, las cirugías tienen más éxito y menos complicaciones”. La clínica, con sede en Barcelona –su lugar de nacimiento– y Madrid, es pionera en utilizar el láser AMARIS en cirugía refractiva –que elimina los efectos refractivos oculares en miopía, hipermetropía y astigmatismo–, y revolucionó el sector con el láser CATALYS, que trata las cirugías
para vista cansada y cataratas. “En menos de 4 minutos has pasado la intervención, y en 30 minutos puedes estar comiendo, bebiendo, y haciendo una vida totalmente normal, pero con vista”, explica Jordi Grau, presidente de IOTT.
Con todo esto, pretenden acercar sus servicios a un mayor número de personas, y para finales del año que viene abrirán seis clínicas más en Madrid. En palabras de Grau: “Abriremos clínicas periféricas a la del Paseo de Recoletos, que tendrán todos los servicios, desde el preoperatorio al postoperatorio. Es muy importante poner la salud al alcance de todos”.
IOTT en ElEconomista