
Con frecuencia escuchamos en la consulta a pacientes que dicen “tener mácula” como sinónimo de alguna enfermedad o patología. Ante ello, nuestra contestación siempre es la misma ¡Gracias a Dios que tiene usted mácula! Porque esta no es ninguna alteración ni enfermedad. La mácula forma parte de nuestra retina, concretamente es la región central. Se encarga de permitirnos la visión de los detalles, como los rasgos de la cara o una lectura adecuada con un enfoque claro de las letras. Gracias a ella, podemos ver con claridad y leer perfectamente. Así que tenerla, de por sí, es algo tan bueno como normal.
Fuera de broma, lo que sí es sinónimo de malas noticias es tener alguna alteración en la misma. Las enfermedades maculares se manifiestan como visión distorsionada e incapacidad para definir detalles. Nunca se afectará la visión periférica, pero resulta muy molesta para quienes la padecen, ya que actividades tan cotidianas como son conducir o leer dejan de poder realizarse.
¿Qué es la Degeneración Macular asociada a la edad?
Dentro de la patología macular, la más frecuente es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (Degeneración macular asociada a la edad). Es la primera causa de ceguera en mayores de 65 años en nuestro medio, y cada vez vemos más casos, ya que como su nombre indica, está asociada a la edad y hoy en día nuestra esperanza de vida es mayor. No están claras cuáles son las causas concretas que hacen que el tejido macular se degenere, pero parece que hay una influencia genética y también ambiental. Dentro de los factores ambientales implicados, el más importante es el tabaquismo. Otros factores son la obesidad y una dieta rica en grasas y baja en antioxidantes.
¿Qué tipos de Degeneración macular asociada a la edad existen?
Existen dos tipos de Degeneración macular asociada a la edad, seca y húmeda.
Hasta el momento, solamente se han desarrollado tratamientos eficaces en el caso de la Degeneración macular asociada a la edad húmeda. Estos tratamientos son la terapia fotodinámica y las inyecciones intravítreas de agentes antiangiogénicos. El objetivo de ambos es frenar la degeneración macular y, por tanto, impedir que se pierda más visión. En casos precoces incluso se puede recuperar. Como resultado, es muy importante hacerse revisiones oftalmológicas al menos una vez al año para ver el estado de la mácula mediante un fondo de ojos y así, en caso de detectar una Degeneración macular asociada a la edad incipiente, poder tratarla lo antes posible de forma adecuada.
En el caso de la Degeneración macular asociada a la edad seca se está estudiando la posibilidad de que un fármaco reduzca la degeneración del tejido, pero a día de hoy aún no hay datos concluyentes.
¿Cómo detectar la degeneración macular?
La prueba para detectar esta patología se llama Test de Amsler. También le realizarán una retinografía.
Como hemos comentado al principio, esta enfermedad se manifiesta con distorsión visual o incapacidad para percibir los detalles. Muchas veces aparece primero en un ojo y, por tanto, pueden pasarnos desapercibidos estos síntomas al tener el otro ojo sano. Por ello, no está de más, que de vez en cuando hagamos pruebas con nuestra visión monocular (con cada ojo por separado). Una forma sencilla de explorar nuestra visión y detectar si hay algún problema en nuestra mácula es mirando la rejilla de Amsler:

Tenemos que mirarla a una distancia de unos 35 a 40 cm (con las gafas de cerca si tenemos presbicia) y explorar la visión de cada ojo por separado: tapando primero uno y luego otro. Si notáramos que no vemos definido el punto del centro o que alguna zona de la cuadrícula se ve distorsionada, hay que acudir al oftalmólogo cuanto antes.

Como resumen, podemos concluir que la mejor prevención de esta patología es, por un lado, llevar una vida saludable, evitando el tabaco, aumentando la ingesta de nutrientes antioxidantes, evitando el consumo de tabaco y equilibrando los alimentos ricos en grasas. Y, por otro lado, haciéndonos una revisión anual de nuestro fondo del ojo junto con valoraciones periódicas de nuestra visión monocular mediante la rejilla de Amsler.
¿Qué notaré si tengo Degeneración macular asociada a la edad?
El ojo ve los objetos que se encuentran a los lados, ya que la visión lateral o periférica no está afectada. Por lo que el paciente se referirá a que las líneas rectas las ve como curvadas. Poco a poco esta distorsión se va aumentando por toda la zona central.
Se manifiesta con distorsión visual o incapacidad para percibir los detalles. Muchas veces aparece primero en un ojo y, por tanto, pueden pasarnos desapercibidos estos síntomas al tener el otro ojo sano.
La degeneración macular ocurre con mayor frecuencia en personas mayores. La edad es la causa más frecuente de incapacidad visual para leer y ver de cerca en ancianos. Como está asociada a la edad y hoy en día nuestra esperanza de vida es mayor, ha aumentado el número de casos.
No están claras cuáles son las causas concretas que hacen que el tejido macular se degenere, pero parece que hay una influencia genética y también ambiental. Dentro de los factores ambientales implicados, el más importante es el tabaquismo. Otros factores son la obesidad y una dieta rica en grasas y baja en antioxidantes.
Hasta hace poco, la Degeneración macular asociada a la edad no tenía solución
Hasta el momento, solo se han desarrollado tratamientos eficaces en el caso de la Degeneración macular asociada a la edad húmeda. Estos tratamientos son la terapia fotodinámica y las inyecciones intravítreas de agentes antiangiogénicos. El objetivo de ambos es frenar la degeneración macular y, por tanto, impedir que se pierda más visión. En casos precoces incluso se puede recuperar.
En el caso de la Degeneración macular asociada a la edad seca se está estudiando la posibilidad de que un fármaco reduzca la degeneración del tejido, pero a día de hoy aún no hay datos concluyentes.