Es uno de los regalos tradicionales de las fechas navideñas, pero podemos entregar un problema en vez de una ilusión si no elegimos el producto adecuado. Es muy importante que nos dejemos aconsejar por profesionales y que acudamos a establecimientos serios, fiables y autorizados.
Las gafas que vayamos a comprar deben cumplir una serie de requisitos indispensables para que la visión del que vaya a recibir nuestro presente no sufra ni padezca, con el tiempo, alguna patología que explicaremos más adelante en este mismo texto.
¿Cuál es la normativa en cuanto a las lentes?
- No deben tener ningún tipo de irregularidad como arañazos, burbujas, estrías, fisuras o deformaciones.
- Deben ser resistentes y resistentes al calor y el frío, así como mostrar estabilidad estructural frente a un impacto.
- Las de sol deben ser ópticas neutras, sin graduación ni efectos. Y debe especificar la categoría del filtro solar de los lentes del 1 al 4, por lo que filtrar o eliminar la radiación UV nociva por debajo de los 400nm.
¿Cuál es la normativa sobre la montura?
- También debe ser resistente y ser de un material no endeble o frágil.
- Debe llevar la marca CE, lo que significa de está en conformidad con normativa europea. También reflejará la identificación del fabricante o distribuidor, así como la referencia del modelo de la gafa.
En todos los casos debe adjuntarse unas instrucciones para el usuario en el idioma oficial con el nombre y dirección del fabricante o distribuidor en la UE, referencia de la norma europea, características de uso, advertencia de riesgos y restricciones de uso, explicación y marcado relativo al grado de protección a la luz y radiación UV y las normas de limpieza y mantenimiento.
Patologías y el uso de gafas
Usar productos no homologados para nuestros ojos supone un factor de riesgo para nuestra salud visual. Así que es mejor no usar ninguno en vez de utilizar unos de mala calidad.
Los cristales que no cumplen la normativa harán que forcemos más la vista o que trate de acomodarse a un sistema inadecuado, lo que puede derivar en fatiga o el cansancio visual cuyo síntoma es una imagen nublada o borrosa.
Al ser de mala calidad, permiten que penetren los rayos UV en el fondo del ojo. Una radiación que puede provocar imágenes deformadas en los laterales, incluso ser el detonante de patologías más graves como las cataratas o lesiones en la córnea o la retina.
Si además el usuario sufre alguna patología degenerativa deberá tener especial cuidado a la hora de elegir unas gafas, porque el filtro solar convencional puede que no sea suficiente. Para estos casos, existen filtros terapéuticos, que protegen la retina y evitan que aumente la degeneración, la sensibilidad a la luz o la dificultad para adaptarse a cambios de niveles de iluminación. Deben ser prescritos por un profesional cualificado.
Equipo IOTT