Si tienes la suerte de vivir cerca de alguna montaña, esta época es la mejor para disfrutar de un buen fin de semana, ya sea en familia o con amigos en la nieve. Hacer esquí, snowboard, deslizarte en trineo o simplemente disfrutar de los paisajes blancos que los puertos de montaña nos ofrecen. Pero ten cuidado, porque hasta en un paisaje tan gélido, el sol puede dañar tus ojos.
Cuando la exposición a la luz solar es tan intensa como en los paisajes nevados y se prolonga mucho en el tiempo sin la protección adecuada puede dar lugar a problemas oculares graves. Además, el efecto de la radiación ultravioleta es acumulativo, por lo que, si es una práctica prolongada durante años puede acelerar la aparición de cataratas e incluso producir lesiones en la retina.
¿Que lesiones nos pueden producir las radiaciones solares en la nieve?
La más común es la queratitis solar o fotoqueratitis, popularmente llamada «ceguera de la nieve«. Es una inflamación de la córnea que se produce por una exposición aguda a las radiaciones. Suele afectar a ambos ojos por igual y aparece al día siguiente de la exposición. Los párpados y la conjuntiva también pueden sufrir algunos trastornos como envejecimiento prematuro, carcinomas o lesiones degenerativas si la exposición es prolongada a lo largo de los años.
¿Cómo podemos protegernos?
Cuando vamos a una montaña nevada, sea para esquiar o solamente para ver el paisaje, se recomienda usar gafas de sol adecuadas. Lo principal es asegurarnos de que exhiban la marca de la Union Europea (CE), puesto que así nos garantizamos que se ajusten a la normativa. Luego, dentro de la exposición tenemos 5 niveles de menor a mayor protección según la luminosidad:
- 0- Gafas muy claras para interior o cielos cubiertos
- 1- Gafas coloreadas para luminosidad solar ligera (ciudad)
- 2- Gafas medianamente coloreadas para luminosidad solar mediana
- 3- Gafas muy coloreadas para luminosidad solar fuerte (playa y montaña)
- 4- Gafas muy oscuras para luminosidad extrema (esquí y alta montaña)
Por lo tanto, para visitar la montaña, la recomendación es hacerlo con filtro UV de nivel 3 o 4. Además, cuando escojas tu protección, asegúrate de que filtren al menos el 75% de la radiación UV y al menos el 50% de la infrarroja. Para esquiar, lo recomendable es que sean de nivel 4, que cuenten con protección lateral y estén fabricadas en un material resistente a impactos.
Adquiere tus gafas solamente en ópticas de confianza, no te fíes de puestos de mercadillo o vendedores ambulantes, puesto que es muy peligroso el uso de una protección que no esté regularizada. Unas gafas oscuras sin el filtro ultravioleta adecuado pueden producir el efecto contrario y dañar aún más tus ojos. Ya que los cristales oscuros favorecen la dilatación de la pupila y provocan que la cantidad de rayos de luz que llegan dentro del ojo sea mayor.
Equipo IOTT