En el interior de nuestro ojo, existen una serie de fluidos que circulan por pequeños conductos. Para funcionar de manera correcta, necesitan tener una determinada presión. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y ha de mantenerse siempre constante para asegurar que todo marcha bien. Estos valores tienen que oscilar entre los 11 y los 21 mmHg. Sin embargo, por diversas causas, estos valores pueden verse alterados y derivar, sin que apenas nos podamos dar cuenta en enfermedades como el glaucoma. Por eso se hace totalmente necesario que acudamos a revisiones oculares al menos una vez al año. Porque una presión ocular alta no tiene mayores síntomas y cualquier persona puede padecerla (y empeorar si no es tratada) incluso sin ser consciente de ello.
¿Por qué puede subir la presión ocular?
La tensión ocular alta se suele dar cuando existe un desequilibrio en la presión de los fluidos y el ojo no tiene capacidad suficiente para drenar el humor acuoso. Esto puede ocasionar que el líquido se acumule en el interior y así subir los niveles de presión. Pero también puede darse el caso de que esta anomalía sea fruto de producir un exceso de líquido, por lo que, aún con unos niveles normales se dificultaría el proceso y también se necesitaría actuar sobre ello.
Estas anomalías no tienen una única causa definida pero son siempre un factor de riesgo muy alto para desarrollar glaucoma. Por eso hay que tener mucho cuidado y recordar revisar nuestra presión ocular si tenemos antecedentes familiares, hemos padecido algún tipo de traumatismo o lesión en el ojo recientemente o si formamos parte de la población de riesgo del desarrollo de glaucoma. Esto es a partir de los 40-45 años.
Síntomas de la presión ocular alta
Como hemos dicho antes, es una enfermedad asintomática y para cuando pueda presentar algún signo evidente puede ser demasiado tarde. En fases ya avanzadas, puede producir dolores de cabeza, mareos, dolor ocular, visión borrosa o, con el glaucoma ya en desarrollo, una pérdida progresiva de la visión. Ya que, con el paso del tiempo, la alta presión puede dañar los nervios ópticos. Si esto sucede, son daños irreversibles. De ahí su importancia de detectarla a tiempo con revisiones oculares. Si atendemos esta condición en los primeros momentos puede llegar a controlarse, pero de no ser así el glaucoma puede conducir directamente a la ceguera.
Tratamiento de la presión ocular alta
Cualquier tipo de tratamiento para la alta tensión ocular debe ser realizado y supervisado por un oftalmólogo. Ya que será un especialista el que pueda determinar el alcance y la rapidez con la que evoluciona el problema y recetar un tipo de tratamiento u otro. Generalmente se suele tratar con gotas tópicas, pero en otros casos se puede llegar a realizar una cirugía o un tratamiento mediante láser para drenar el líquido acumulado o mejorar el sistema de drenaje.
En IOTT queremos insistir sobre la importancia de realizar revisiones oftalmológicas sobre todo si, como hemos dicho, estás dentro de la población de riesgo. Pero en cualquier caso, tengas la edad que tengas, es importante acudir al oftalmólogo para garantizar el bienestar de tus ojos y cuidar tu visión. Nuestro equipo especializado está a tu disposición para corregir y solucionar cualquier problema. Puedes pedir cita a través del teléfono gratuito 900 842 848 o en nuestro formulario online.
Equipo IOTT