El nistagmo, también conocido como nistagmus, es una dolencia ocular que en ocasiones se ha confundido con el estrabismo. Sin embargo, estas afecciones no tienen nada que ver entre sí, puesto que presentan causas y síntomas diferentes, aunque en ocasiones coinciden. Si no lo has padecido nunca y no conoces a nadie que lo sufra, es probable que te estés preguntando qué es el nistagmo en los ojos.
Se trata de un problema que genera un movimiento ocular involuntario, bien sea horizontal, vertical o circular, y que puede derivar en problemas de visión, además de generar problemas cervicales. Esto ocurre porque, por lo general, los pacientes que presentan esta afección inclinan la cabeza porque el movimiento se reduce o desaparece, permitiéndoles ver mejor.
Tipos de nistagmo
Cuando hablamos de nistagmus pueden aparecer varias clasificaciones o tipologías. Ya que se puede distinguir en función del movimiento ocular, dependiendo de las causas o, incluso, según la edad a la que aparece el problema. Con respecto al movimiento, podemos establecer las tres tipologías indicadas anteriormente: nistagmo horizontal —el más frecuente—, nistagmo vertical o nistagmo circular. Pero, ¿qué diferencia hay entre nistagmus congénito y nistagmus adquirido?
Nistagmus congénito
Cuando hablamos de nistagmus congénito nos estamos refiriendo a una afección temprana, que generalmente aparece antes de que un bebé cumpla los 6 años de edad y que suele deberse a causas genéticas. La pregunta acerca de cómo ve una persona con nistagmo tiene una respuesta diferente en estos casos, ya que los niños que lo sufren de manera congénita pueden ver borroso, pero en ningún caso les tiembla la vista.
Nistagmus adquirido
Por otra parte, el nistagmo adquirido puede deberse a causas muy dispares y suele aparecer en la edad adulta. Cuando la afección se clasifica en esta tipología es más sencillo explicar cómo ve una persona con nistagmo, ya que los pacientes lo pueden explicar con más claridad; en este sentido, quienes sufren esta dolencia sí que indican percibir cierto temblor en los objetos de su entorno.
Causas más habituales del nistagmo
Saber con exactitud qué provoca el nistagmo no siempre resulta sencillo, puesto que se han referenciado multitud de causas que pueden propiciar su aparición. Sin embargo, dependiendo de su tipología, hay ocasiones en las que se puede explicar perfectamente por qué se ha desarrollado la dolencia. A este respecto, suelen diferenciarse tres grupos de desencadenantes diferentes, como son las enfermedades oculares o las neurológicas, además de otras causas que nada tienen que ver con éstas.
Causas oculares del nistagmo
Aunque existen numerosas afecciones oculares que pueden dar lugar al nistagmus, las más habituales son el albinismo —se trata de un problema congénito que también afecta a la visión—, la aniridia, las cataratas congénitas o enfermedades en la retina y el nervio óptico. También puede aparecer tras la entrada accidental de algún objeto en el ojo o tras sufrir problemas en el nervio troclear.
Causas neurológicas del nistagmo
Una de las causas más frecuentes de nistagmus en adultos son los derrames cerebrales, aunque también puede ser provocado por tumores cerebrales o en el sistema nervioso, por hidrocefalias o por enfermedades que deriven en desmielinización, como la meningitis o la encefalitis.
Otras causas de nistagmo
Por último, hay otros problemas de salud relacionados con esta dolencia, como puede ser un infarto o enfermedades como la esclerosis múltiple o el síndrome de Wallenberg. Al mismo tiempo, también se han encontrado conexiones entre el nistagmo y el alcoholismo o el consumo de algunas drogas como las benzodiazepinas, las anfetaminas o la ketamina, entre otras.
Síntomas del nistagmo
A la hora de plantearnos cómo diagnosticar o cómo explorar el nistagmo, es importante, más allá de prestar atención al movimiento involuntario ocular, observar si existe una visión deficiente o se percibe la iluminación como algo molesto.
Por otra parte, lo que conocemos coloquialmente como “ojo vago” también puede ser un indicador, sobre todo cuando va de la mano de náuseas, pérdida del equilibrio e incluso vómitos, como consecuencia de los movimientos que se perciben en el entorno.
Por último, dada la tendencia de los pacientes que la sufren a girar el cuello para reducir o eliminar los síntomas del nistagmo, suele aparecer tortícolis con relativa frecuencia.
¿Existe un tratamiento para el nistagmo?
Ante la pregunta acerca de cómo curar el nistagmo, la respuesta siempre debe venir de un oftalmólogo experto, como los que formamos parte del Instituto Oftalmológico Tres Torres. En principio, existen fármacos que no ofrecen grandes mejoras, tratamiento óptico a través de gafas o lentillas e, incluso, inyecciones. Sin embargo, la técnica más eficaz ante el nistagmus es nuevamente la cirugía. ¡Consúltanos para valorar tu caso y buscar la mejor solución posible!