Hoy vamos a desmitificar algunas de las frases que nuestros pacientes nos han dicho en consulta. Siempre existen dudas, mitos y miedos ante operaciones, y más tratándose de una zona tan sensible como son los ojos.
Algunas de estas creencias vienen heredadas del pasado, cuando las técnicas quirúrgicas eran más agresivas o la tecnología no permitía tener tanta precisión como en la actualidad. No son creencias erróneas, pero sí extintas conforme se ha ido desarrollando la tecnología en el ámbito oftalmológico.
«La catarata hay que operarla cuando está hecha»
El cristalino se puede operar en cuanto deja de tener función. Es decir, no hace falta esperar a que tenga un grado de opacidad muy avanzado. De esta forma también se asegura una recuperación con menos inflamación y por consiguiente, una recuperación visual más rápida. La eliminación de un cristalino opacificado o catarata mediante láser femtosegundo permite además mayor precisión y seguridad durante la intervención.
«La cirugía de la presbicia no está aún conseguida»
La cirugía de la presbicia comenzó a realizarse en los años 90 y en la actualidad estamos en un momento en el que múltiples estudios avalan la seguridad y los buenos resultados. Lógicamente, la técnica quirúrgica, las lentes intraoculares y la forma de estudiar el ojo antes de la cirugía, se han perfeccionado con el tiempo y a día de hoy se puede asegurar la máxima precisión y calidad para este tipo de intervenciones.
El embarazo aumenta la miopía.
Si eres mujer, tienes miopía y has pensado alguna vez en operarte, es posible que hayas escuchado esta frase en algún momento. Sin embargo, el embarazo no suele influir sobre una miopía estable y no patológica. Lo que a veces ocurre, es que la retención de líquidos que se puede producir durante esta etapa de la vida, puede provocar que se hinche el cristalino y esto traducirse en fluctuaciones en la visión. Pero no se trata de un aumento de dioptrías real. Una vez pasado el embarazo y eliminados los líquidos retenidos todo debe volver a la normalidad.
Un caso diferente, es que una mujer pueda tener determinado genéticamente algún tipo de defecto visual que se manifiesta con la edad. Esto, puede coincidir con el embarazo, pero es consecuencia de su gestación, sino de su genética.
En cualquier caso, ante dudas medicas o sobre técnicas quirúrgicas, lo mejor es consultar a los especialistas en estos campos: los oftalmólogos y cirujanos refractivos. Nadie mejor para aconsejar que aquel que tiene años de experiencia y estudios a sus espaldas. Sobre todo, cuando hablamos de salud.
Dra Mariluz Iglesias, oftalmóloga del IOTT