El melanoma es un tumor maligno procedente de los melanocitos, según explica la Sociedad Española de Oncología Médica. Los melanocitos son unas células que migran hacia la epidermis y el folículo piloso, cuya principal función es la producción de melanina, encargada de proteger contra los rayos solares.
El 95% de los melanomas se localizan en la piel y solo el 5% en mucosas, retina o meninges. Un 3% de pacientes desarrollan melanomas ocultos (enfermedad metastásica sin evidencia de tumor primario). Representa el 4 % de todos los tumores malignos de la piel, aunque es el responsable del 80% de las muertes por este tipo de tumores.
Según la SEOM, hay otras formas menos frecuentes de melanoma:
Los melanomas en mucosas pueden localizarse a nivel de la mucosa genital, oral, tubo digestivo o conjuntiva ocular. Suelen tener una fase de crecimiento radial semejante a la del melanoma de crecimiento superficial.
Los melanomas oculares: supone menos del 5% de los melanomas y no parece guardar relación con la exposición solar. Los ojos también tienen células que producen melanina y, por lo tanto, en ellos puede aparecer un melanoma.
En este caso, puede afectar a la coroides, el cuerpo ciliar y, raramente, al iris. El patrón de mutaciones de estos melanomas difiere del de los cutáneos o mucosos. La mortalidad es elevada por la tendencia a la diseminación, especialmente hepática.
Los melanomas de los ojos no suelen tener síntomas evidentes ni tempranos, ya que se originan en una parte que no se ve al mirarte. Es difícil detectarlo.
Cuando son afecciones pequeñas, pueden no interferir en la visión, y a veces, su tratamiento también puede generar problemas oculares.
Los síntomas que sí pueden manifestarse son: destellos, manchas, cambios de formas, visión borrosa, alteración de la visión periférica, cambios repentinos. En cualquier, aso, lo más conveniente siempre es consultar a su especialista oftalmólogo.
¿Por qué se produce el melanoma ocular?
Según explican los expertos de la Sociedad Española de Oncología Médica, el melanoma ocular se produce cuando aparecen errores en el ADN de las células oculares sanas. Esos errores provocan que crezcan, se multipliquen de forma descontrolada y se acumulen en el ojo.
Generalmente, este tipo de melanoma ocular se produce en las células de la úvea, la capa vascular del ojo. La úvea tiene tres partes y el melanoma ocular puede afectar cada una de ellas. Aunque también se han detectado casos en la conjuntiva, la cavidad que rodea al globo ocular y en los párpados.
Tienen más riesgo de padecer esta enfermedad aquellas personas con los ojos de color claro, de piel blanca o pigmentación anormal, aumenta con la edad, y los que cuentan con antecedentes familiares del síndrome de nevo displásico. Existen evidencias de que la exposición al sol puede aumentar el riesgo de padecerlo.
Este melanoma puede complicar además otras patologías como aumento de la presión ocular, pérdida de la visión completa o en cierto grado, extenderse más allá del ojo.
Los tratamientos para el melanoma ocular son la radiación y la cirugía, su médico le recomendará qué opción será la más adecuada para su caso teniendo cuenta variados aspectos, como edad, el tamaño de la afección, otras patologías, gravedad, etc.
Equipo IOTT