Hoy en día nos hemos acostumbrado a comprar de todo por Internet. Y puede que en algunos casos, demasiado. Por ejemplo, es habitual ver como portales farmacéuticos ofrecen venta online de medicamentos, mayormente para los que no se requiere receta. Pero un caso aún más grave es la compra de productos para la salud ocular a través de este medio.
Esta práctica puede resultar muy peligrosa cuando se trata de nuestra salud ocular y visual. Las lentes de contacto solo deben ser suministradas por especialistas oftalmológicos, nunca por intermediarios, distribuidoras o productoras de dudosa procedencia. Piénsalo, son tus ojos y tienes que cuidarlos, no es nada recomendable introducirnos en ellos objetos que han sido producidos y tramitados sin la supervisión y los controles médicos pertinentes. Porque las lentillas son productos sanitarios que entrañan cierto riesgo si no se prescriben o adaptan correctamente.
De hecho, el British Council of Optometrists ha presentado un informe denunciando este tipo de prácticas, aportando hechos claros como que el uso de lentes de contacto adquiridas en Internet está directamente relacionado con casos de úlceras corneales graves e infecciones. Además de otros problemas como conjuntivitis, reacciones alérgicas, inflamación de la córnea, abrasión corneal por un mal ajuste de las lentes y una reducción de la agudeza visual.
Otra investigación llevada a cabo por la Melbourne University de Australia, pone en evidencia que el riesgo de desarrollar queratitis es mayor en los usuarios de lentillas compradas sin supervisión médica. Esta enfermedad, teniendo como causa las lentes de contacto es poco frecuente de manera natural, pero su riesgo aumenta con este tipo de prácticas.
Por todas estas razones y riesgos, es muy importante adquirir nuestras lentes de contacto en una ópticas especializada y tras asegurarnos de que sean la opción más adecuada con una visita al oftalmólogo. Por ello es recomendable realizar un examen visual completo y que sea el especialista el encargado de asesorarnos para elegir el tipo de lentilla que mejor se adapte a nosotros. Ya que valoran, además de la graduación, otros aspectos como la salud ocular, la cantidad y calidad de la lágrima; el estado de los párpados y de la córnea; y la medida de la córnea para adecuar la lentilla.
Por supuesto, una vez adquiridas, es fundamental cumplir correctamente todas las indicaciones sobre su limpieza, desinfección y mantenimiento. De ello hablamos en este post de hace unas fechas.
Equipo IOTT
