Estos días, la vorágine de las Redes Sociales ha hecho viral un asunto controvertido e ilegítimo, en cuanto a salud se refiere. Una cuestión revolotea por la nube: en la salud, ¿todo vale? Recientemente, Daniela Requena ha dado de qué hablar. La periodista, activista transexual, tiktoker y concursante en ‘Pesadilla en el Paraíso’ se ha sometido a una técnica para pigmentarse los ojos de color azul. Dicha técnica está “aprobada”, pero su pigmentación “no está homologada”.
Al filo de la actualidad, el pasado 7 de marzo, el programa de Antena3, ‘Espejo Público’, se hacía eco de la intervención de Daniela Requena. La sometía a debate junto a sus tertulianos. De hecho, el rótulo de la emisión matinal expresaba, “polémica cirugía”, exponiendo que “la influencer Daniela Requena explica su operación para cambiar el color de sus ojos”.
A las 12:00, aproximadamente, la periodista catalana Susana Griso conectaba con la Ciudad Condal y daba paso a la intervención del Doctor Emilio Juárez, quien asume la dirección médica en el Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT). La moderadora disparaba, “¿se puede hacer? ¿Hasta que punto es peligrosa?”, refiriéndose de esta forma a la intervención a la que se había sometido la influencer valenciana.
El Dr. Juárez contextualizaba la situación, “cada vez, este país es más de novedades”. Proseguía depurando las técnicas oculares que se han ido disipando poco a poco: “Hay diferentes técnicas para cambiar el color de los ojos. Antes se ponía una lentilla en el ojo, la cual cambiaba el color”. Está, al igual que el láser que despigmenta el iris, “provocó muchísimos problemas”. El Dr. Juárez descartaba ambos procesos. Mencionaba también la técnica croma, “un láser de efecto segunda que genera un canal en la córnea y se produce la creación de un pigmento”. Hacía saltar las alarmas, dejando entrever que se trata de procedimientos que atentan contra el bienestar del ojo.
Ante el preocupante discurso de Juárez, se oye un “¡Dios!”, a modo de estupefacción. Susana, con sus manos en la cara y haciendo que no con la cabeza, mostraba su incredulidad. Ver para creer… “Estamos creando conejillos de indias, básicamente”, sentenciaba el Dr. Juárez sobre técnicas oftalmológicas que no pasan ninguna criba.
El futuro es incierto, según el discurso del director de Medicina en IOTT: “Desconocemos cómo avanzará lo de la córnea y la pigmentación”, apuntaba. Emilio Juárez interpretaba y analizaba una de las esencias oftalmológicas, “la córnea es un tejido, con un colágeno, lleno de agua. La proyección del colágeno nos permite ver”, manifestaba a modo de explicación resumida y básica.
Sin contrastes
Con la intervención a Daniela Requena, “se pone un pigmento que no va a estar quieto. Si migra, puedes sufrir el riesgo de acabar en un trasplante de córnea”, apuntaba el Dr. Juárez sobre técnicas no aconsejadas, según su punto de vista. “Estamos utilizando sistemas de pigmentación que no están contrastados por el ojo”, manifestaba el médico de IOTT, quien añadía que “nos hemos saltado un paso: esta técnica debería haber sido probada en un laboratorio, con animales”, sobre la intervención a Requena.
Los tertulianos seguían asustados y se preguntaban por la legalidad de esta práctica. Más cuestiones en el disparadero, estas intervenciones, ¿las están llevando a cabo en clínicas de España? “No está aprobado por las sociedades científicas. Tampoco está contrastado”, alegaba Juárez al respecto. Iba a más, subiendo el tono del discurso. Se refería a la citada técnica como que ha sido “aplicada por el libre albedrío de los médicos, con una técnica láser que funciona, pero sin haber una convicción científica, ni a medio ni a largo plazo”.
Nadie daba crédito. El programa de ‘Espejo Público’, el cual quiso contactar, sin éxito, con la clínica en cuestión, había hablado con Daniela, “y ella está encantada”, apuntaban desde la mesa redonda. Al respecto, el Dr. Juárez manifestaba que tras las primeras “48 horas, todo puede ir en orden”. Bien, “pero estamos hablando de que la córnea es para toda la vida”, apostillaba a continuación.
En su intervención, el Dr. Juárez se acordaba de Francia y de una técnica “aprobada”, pero sin homologación: “El laboratorio francés que subministra este pigmento azulado no lo tiene homologado”, detallaba.
Concluía su discurso apelando a la salud, “no nos pongamos a hacer tratamientos para la visión porque esta es para toda la vida. El ojo es muy complejo y requiere mucho cuidado”. Además, “la palabra del oftalmólogo no es palabra de Dios. Probar en humanos está fuera de lugar”, sentenciaba el Dr. Juárez.