Las cirugías de los defectos de refracción se las conoce como cirugía refractiva. Son todas las intervenciones de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo. Consisten en moldear la curvatura corneal mediante un láser excímero de manera que este cambio en la forma de la córnea permita enfocar las imágenes en la retina y así ver de forma nítida sin necesidad de gafas ni lentes de contacto.
Como ya vimos en artículos anteriores, hay determinados factores que influyen a la hora de decidir cuándo es el momento adecuado para poder realizar la cirugía refractiva. Siempre dependen de cada caso individual, aunque a grandes rasgos, podemos planteárnosla cuando nuestro defecto visual (miopía/hipermetromía) se mantenga estable, con cambios inferiores a media dioptría en años.
Existen dos tipos de cirugía corneal: la cirugía LASIK y la ablación de superficie. En la cirugía LASIK, se crea una fina lámina corneal por debajo de la cual se realiza el tratamiento con el láser excímero y después, esa fina lámina queda posicionada perfectamente, de manera que la recuperación visual es muy rápida y no tiene molestias postoperatorias. En la ablación de superficie (también llamada LASEK o PRK), el láser se aplica sobre la superficie corneal sin necesidad de crear ninguna lámina. Con esta técnica la recuperación visual es un poco más lenta (tarda de 3 a 5 días) y puede producir ligeras molestias (escozor, fotofobia o sensación de arenillas).
Elegimos una u otra dependiendo de las características del ojo a operar según el estudio preoperatorio realizado por nuestro equipo especializado. Una vez realizadas las pruebas operatorias, nuestros cirujanos aclararán todas las dudas e inquietudes que se tengan con respecto a la intervención y días posteriores a ella.
En el IOTT utilizamos la más alta tecnología para llevar a cabo la operación de miopía. Es por eso que utilizamos el láser Excimer AMARIS 1050RS de última generación. Este láser es capaz de quitar una dioptría en un segundo, por lo que la intervención es rápida y absolutamente libre de cualquier dolor o molestia. Además, gracias a la tecnología aplicada, el postoperatorio es muy reducido.