Este trastorno refractivo, con altos valores hereditarios, afecta a la vista, reduciendo la nitidez y la claridad en distancias cortas. Puede corregirse y debe tratarse desde la infancia.
Cerca y lejos. No, esto no es una clase de ‘Barrio Sésamo’ impartida por Epi y Blas. Sencillamente, esa proximidad y esa lejanía nos sirve para diseccionar una de las principales irregularidades visuales en cuanto a refracción, la hipermetropía, que es la dificultad para enfocar los objetos de cerca, pues estos se presentan borrosos a corta distancia.
La hipermetropía es prima hermana de la miopía, el astigmatismo y la presbicia, también conocida como vista cansada. Todas estas hacen referencia a problemas visaules de refracción, el cual es un trastorno que experimenta la vista cuando no es capaz de enfocar nítidamente la imagen u objecto percibidos a través de la córnea y el cristalino. Por lo tanto, en referencia a la hipermetropía, lo visualizado de cerca se encuentra borroso, mientras que en la miopía ocurre al revés, la refracción conlleva a que la imagen, percibida de lejos, sea borrosa.
Por otro lado, la hipermetropía se alía con la lejanía porque, en largas distancias, las imágenes visualizadas se aprecian más nítidas y claras.
En un lenguaje más técnico, la hipermetropía se relaciona con la forma del ojo. En unos ojos hipermétropes, los globos oculares son más cortos de lo habitual; esto implica que los rayos de luz, que acceden a los ojos, se enfocan justo detrás de la retina, en vez de reposar sobre la misma.
Síntomas de la hipermetropía
Los síntomas de la hipermetropía se resumen fácilmente en tres puntos principales:
- De cerca, visión borrosa.
- Se produce fatiga ocular después de horas y horas delante de un libro o un ordenador.
- Las imágenes o los objetos lejanos se perciben con más nitidez.
Cómo ve una persona con hipermetropía
El ejemplo más práctico y visual se encuentra en la lectura de un libro. Un usuario que padezca hipermetropía verá borrosas las líneas y letras de las páginas de ese libro en cuestión. Ese paciente deberá alejar el libro para leer en unas condiciones mejores, ya que es de lejos cuando ve mejor.
Hipermetropía en niños
En la etapa infantil, la hipermetropía puede estar estrechamente asociada a una cuestión hereditaria. Es decir, fácilmente, la hipermetropía pasa de padres a hijos. En edades tempranas, es fundamental tratar a tiempo la hipermetropía, ya que el globo ocular está en fase de formación. Es importante detectarla y tratarla a tiempo.
Los efectos de la hipermetropía en niños y niñas pueden arrastrarse hasta las aulas, donde estos podrían tener dificultades a la hora de leer o realizar tareas, ejercicios y exámenes. En definitiva, se les complicaría la visión de cerca. Este trastorno refractivo puede marcar su etapa de crecimiento, haciendo mella en sentido negativo, puesto que se verían afectadas sus emociones. Sin ir más lejos, la frustración – no entiendo qué me pasa – podría salir a flote.
Y si sigues entre estas líneas (deseamos que no te estés alejando mucho de la pantalla para leer mejor), te cuestionarás lo siguiente, ¿la hipermetropía se pueda operar? Esa refracción puede modificarse a partir del uso de gafas, lentillas o mediante cirugía refractiva. Sea del modo que sea, será el profesional de la materia quien hará la valoración oportuna, el oftalmólogo, en cualquier caso.