Las lágrimas artificiales son productos sanitarios fabricados con distintos componentes pensados para asemejarse lo máximo posible a las lágrimas que forman nuestros ojos de manera natural. Sin embargo, no todas son iguales.
En casos donde tengamos los ojos secos, lo más recomendable es usar gotas humectantes que sean capaces de mantener bien hidratados nuestros ojos sin causar ningún inconveniente. En el mercado existe mucha variedad de lágrimas artificiales y dependiendo de la gravedad de nuestra sequedad, hay gotas con diferentes densidades. La normal general es que cuanto mayor es el grado de sequedad, mayor densidad necesitamos. Pero esto no es algo que debamos decidir por nosotros mismos. Siempre que tengamos el ojo seco o notemos cualquier tipo de molestia o irritación, lo primero que debemos de hacer es acudir al oftalmólogo para que valore nuestro caso y nos recomiende el mejor tratamiento posible.
Tipos de gotas para los ojos
Colirios
Son las gotas genéricas para humedecer los ojos. Normalmente, están hechas con suero fisiológico y contienen (o pueden contener) ácido hialurónico. Se aplican como cualquier tipo de gota ocular. El mejor formato es que sean gotas monodosis. De esta manera no traerán ningún tipo de conservante para su mantenimiento y serán lo más parecidas posible a nuestras lágrimas. A la larga, además, nos evitará que surja algún problema de reacción o sensibilización a los conservantes. Si eres usuario habitual de lentillas, recuerda consultar a tu oftalmólogo o farmacéutico si las gotas son compatibles con tu tipo de lentillas.
Gotas para irritación ocular
Nuestros ojos pueden irritarse por diversos motivos. Desde el cansancio, el excesivo uso de pantallas, no dormir suficiente o algún elemento extraño en él. En estos casos, si perdura durante horas deberíamos acudir a un oftalmólogo para descartar posibles lesiones o algún problema grave más allá de una simple irritación.
Si es simplemente irritación, nuestro oftalmólogo nos recetará algún tipo de gotas para el caso, normalmente especiales para este tipo de situaciones. Pero es muy importante no tomar medidas por nuestra cuenta.
Gotas para la irritación alérgica
Si nuestros ojos sufren continuamente tanto con picor como con sensación de arenilla o rojez durante la primavera o por alergias, tampoco debemos tomar ningún tipo de medicina por nuestra cuenta. En este caso debemos acudir a nuestro alergólogo o nuestro médico de cabecera, que nos indicarán si es necesario tratar la alergia a base de antihistamínicos o si nos vale con paliar las molestias de otra manera, como gotas oculares.
Para estos casos también existen gotas muy suaves, en casos de alergia leve, que se pueden conseguir en la farmacia o en la óptica sin receta. Aunque siempre debemos hacerlo con control médico.
Suero fisiológico para la limpieza de nuestros ojos
El suero fisiológico (como el usado en los hospitales) es un compuesto formado por agua y sal en proporciones aproximadas a nuestra lágrima real. Por eso, siempre que esté debidamente sellado y esterilizado, asegura la máxima compatibilidad con nuestros ojos.
Se suele emplear en casos de limpieza ocular, cuando ha entrado algún cuerpo extraño dentro del ojo o tenemos exceso de legañas. Pero su efecto, al igual que el de las lágrimas en esos casos es momentáneo para ayudar en esa tarea y no es completamente hidratador.
Te recordamos, que en cualquier caso, si eres usuario de lentillas no debes utilizar suero para conservarlas, ya que solo las estarías manteniendo húmedas, pero no limpiándolas ni asegurando su durabilidad.