El Doctor Jesús Torres, médico oftalmólogo especializado en oculoplastia, nos abre las puertas de su despacho en nuestra clínica de Barcelona para hablarnos sobre la blefaroplastia, una técnica utilizada para corregir determinadas alteraciones de las estructuras del ojo que conllevan problemas funcionales de la visión.
Como especialista en el tratamiento de la blefaritis. ¿Podría explicarnos en qué consiste esta enfermedad?
En el borde del párpado nacen las pestañas, y al lado de cada folículo de cada pestaña hay una glándula de grasa que se encarga de bombear grasa hacia la base de la pestaña para nutrirla. Lo que ocurre es que, en determinadas circunstancias, la grasa que se está creando es más densa de lo que tocaría, y la glándula no es capaz de expulsarla, quedando a medio camino. Entonces se inflama
y se puede sobre-infectar, generando un ambiente de descamación, inflamación e infecciones recurrentes. Es el típico margen palpebral engrosado y rojizo que puede acabar dando orzuelos y este tipo de patología.
¿Las arrugas en los ojos, las ojeras y las patas de gallo, ¿tienen algo que ver con la blefaritis?
Las ojeras, patas de gallo y arrugas se darían igual, pero el hecho de que haya un ambiente pro-inflamatorio que promueva un rascado frecuente, puede acelerar el proceso de envejecimiento cutáneo dando lugar a este tipo de elementos.
¿La blefaritis dificulta la visión o se trata de un problema meramente estético?
La blefaritis provoca una visión borrosa fluctuante por un exceso de grasa densa en el ambiente de la lágrima. De hecho, la película lagrimal consta de proteínas, agua y grasa, y cuando el componente graso en proporción aumenta, se crea es cierta turbidez. Son pacientes que, efectivamente, ven más borroso y parpadean más. Cuando se limpian con agua, mejoran.
Factores que influyen en la aparición de la blefaritis
¿La blefaritis es congénita?
Congénita no es, lo que sucede es que se puede nacer con un tipo de piel que tenga facilidad para acabar desarrollándola. Igual que hay gente que nace con predisposición a la psoriasis y suelen tener antecedentes familiares, cuando en la familia hay antecedentes de blefaritis, a determinadas edades, con los cambios puberales, etc… puede iniciarse la blefaritis marcada.
¿Hay una mayor predisposición en uno u otro sexo?
No, el sexo no determina una mayor o menor predisposición a padecer esta enfermedad.
¿Todos, en un momento u otro, vamos a tener blefaritis con la edad?
No, de hecho hay personas que tienen la película bastante equilibrada hasta la edad adulta, y en cambio hay jóvenes que presentan un exceso de grasa a edades tempranas.
¿Cómo influye el ritmo acelerado de vida, el estrés, el cansancio, y la falta de sueño en la salud y el aspecto de nuestros párpados?
El ritmo de vida actual hace que forcemos más la visión y que arruguemos la zona peri-ocular, creando y acentuando los pliegues y las arrugas.
¿El uso de las nuevas tecnologías influye en el hinchazón de nuestros parpados?
Influye mucho. Además, los dispositivos son cada vez más pequeños (tablets, smartphones…) y nos exige un mayor esfuerzo. Intentamos fijar la vista a una distancia corta y poco a poco vamos perdiendo la capacidad de enfocar, con lo que cada vez forzamos más, lo que provoca un sufrimiento en la zona peri-ocular.
¿El uso de maquillaje afecta a la salud de nuestros párpados favoreciendo la aparición de la blefaritis?
Si la persona se desmaquilla con esmero y diariamente, no debería empeorar la blefaritis. Si por el contrario no se elimina el maquillaje, los detritus y la suciedad quedan en el ojo y ayudan a taponar las glándulas.
¿Por qué aparecen bolsas en nuestros ojos?
En nuestro rostro existe una capa que se llama septo, que va del borde de las pestañitas al borde del pómulo. Es una pared fibrosa que con el tiempo pierde tersura y va haciéndose
cada vez más laxa, permitiendo que la grasa que rodea el globo ocular acabe herniándose hacia delante. Ésta es la causa de las bolsas. Hay pacientes que ya nacen con un septo laxo. De hecho, lo vemos incluso en niños y adolescentes que, generalmente, tienen antecedentes familiares. Pero lo más frecuente es que, con el tiempo, esta estructura anatómica pierda tensión, lo que hace que
todos acabemos teniendo cierto grado de bolsas.
¿Qué podemos hacer para prevenir la blefaritis?
Para empezar, llevar una alimentación equilibrada, disminuyendo las grasas de carne roja e incrementando el aporte de grasas vegetales, de aceite de oliva, o incluso de pescado azul (omega 3 omega 6). Esto hace que absorbamos y secretemos grasas menos densas, más fluidas, y que se expulsan con más facilidad
Cirugía de párpados: técnica de blefaroplastia
¿En qué consiste la técnica de la blefaroplastia y cuál es su objetivo?
Yo distinguiría entre la blefaroplastia superior y la blefaroplastia inferior. El objetivo de ambas es el mismo: la mejoría estética de la zona. En los párpados superiores lo que suele acontecer es
un exceso de piel causada por el envejecimiento, la deshidratación, la exposición solar, e incluso, el descenso de las cejas que todos sufrimos y que acaba empujando la piel hacia abajo, haciendo que haya piel redundante en las pestañas. Esto provoca una sensación de pesadez y cansancio. Hay pacientes que explican que a medida que avanza el día notan un peso excesivo en los ojos que les dificulta abrirlos, y acaban optando por dejarlos cerrados a media tarde para sentirse más cómodos. En la blefaroplastia superior lo que hacemos es extraer el exceso de piel, realizando la incisión en el pliegue natural, respetando la anatomía del paciente y quitando solo la piel que sobra, pues debe dejarse siempre la piel suficiente para que el parpado cumpla su función, que es la de abrir, cerrar y cubrir el ojo. A veces en la zona más próxima a la nariz profundizamos un poco más para reducir el paquete de grasa, porque hay pacientes que tienen un poco de hernia en la zona más nasal. En cuanto a la blefaroplastia inferior, lo más frecuente es que el septo empiece a ser cada vez más laxo, y la grasa se hernie hacia delante. Lo que hacemos es acceder a esa grasa por la conjuntiva, es decir, por la parte posterior del párpado. Realizamos 3 incisiones de 2 milímetros, una a nivel de cada paquete de grasa, y vaciamos parcialmente esos paquetes. Digo parcialmente
porque tiene que quedar un remanente de grasa que haga de colchón al globo, permitiéndole girar y rotar. No hay que obviar que estas estructuras están rodeando al ojo y tienen unas funciones determinadas. Por tanto, se puede reducir la grasa, pero no eliminarla totalmente.
¿Qué tipo de tecnología se emplea en la blefaroplastia?
Utilizamos cauterios de última generación, lo que nos permite asegurar una mejor hemostasia y reducir los hematomas en el postoperatorio.
Una vez practicada la blefaroplastia, ¿la persona mantiene sus rasgos característicos?
Nosotros intentamos siempre que así sea, usando las marcas naturales de la cara del paciente sin inducir nuevas marcas o desviarlas. En el caso de ciertos pacientes de ascendencia asiática, son ellos los que piden un cierto cambio en los rasgos y si lo desean podemos dárselos. Es decir, podemos conservar su morfología asiática o, si nos lo piden, podemos occidentalizarlos.
¿Cuándo es aconsejable realizar esta cirugía?
Cuando los síntomas son leves o moderados, realmente la única repercusión es estética. Se trata, por tanto, de una cirugía totalmente electiva y es el paciente quien, dependiendo de la importancia que dé a su situación, optará por operarse o no hacerlo. Pero cuando el exceso de piel es tal que llega a limitar el campo visual superior o lateral, allí recomendamos intervención. Hay pacientes que notan una mejoría, por ejemplo, al conducir. Al mirar al retrovisor, se les abre el campo visual. Tras la operación, lo que nos dicen es que no ven mejor, pero ven más, pues se les abre el campo visual.
¿El paciente puede ir a casa tras la intervención?
Sí, se trata de una cirugía de tipo ambulatorio. Los pacientes tienen que venir acompañados y tras la intervención, pueden irse tranquilamente a casa con su acompañante.
¿El postoperatorio es fácil y la recuperación rápida?
Sí, tan solo limitamos la actividad física durante una semana y recomendamos dormir un poco inclinados para que se recuperen antes. La recuperación es rápida. El hematoma suele aparecer al día siguiente, suele ir a más 3 o 4 días, y acaba desapareciendo entre 1 y 2 semanas.
¿El paciente puede llevar una vida normal tras la operación?
Sí, a partir del día siguiente puede caminar, conducir, trabajar con el ordenador y llevar una vida prácticamente normal, exceptuando los esfuerzos físicos
¿Los resultados son permanentes, o hay que repetir la intervención al cabo de un tiempo?
Los resultados son duraderos, pero no son para siempre. Lo que hacemos es tirar para atrás el cronómetro pero el tiempo sigue pasando, es decir, las estructuras siguen sometidas al paso del tiempo, a la deshidratación, la irradiación solar, y todo esto puede hacer que al cabo de 10, 15 o 20 años vuelva a haber un exceso de grasa o a sobrar un cierto grado de piel. Nunca será como en el
momento en que se operó por primera vez, pero puede haber un cierto grado.
¿Qué ha de hacer una persona que desee realizarse este tipo de intervención?
Lo primero, llamar al Instituto Oftalmológico Tres Torres. Contamos con un excelente servicio de atención telefónica con un amplio horario. En la visita que tendrán conmigo, realizaré una exploración personalizada ofreciendo al paciente todas las explicaciones pertinentes y analizando los pros y contras de la intervención para que pueda tomar su decisión.
Equipo del IOTT