No solo cuando tenemos alguna infección o algún problema ocular hay que prestar atención a la higiene y limpieza de nuestros ojos. En nuestra vida diaria hay que prestar atención a diversos factores para que nuestra salud ocular sea siempre la idónea para evitarlas. Algunos de estos ejemplos son el cuidado ante la contaminación, polvo, la correcta protección de nuestros ojos ante la luz del sol… Todos estos aspectos pueden combatirse con una buena higiene ocular.
Y por supuesto, esto también incluye las zonas de alrededor de nuestros ojos, como los párpados, las pestañas y la piel cercana. Además, claro, de controlar que nuestros ojos no sufran en ambientes perjudiciales o incluso en sitios donde parece no haber peligro como nuestra casa o nuestro trabajo.
La zona ocular ha de ser limpiada frecuentemente con sumo cuidado. No olvidemos que los medios naturales para evitar la entrada de suciedad en el ojo son las pestañas y los párpados. Por ello, han de estar siempre limpios y cuidados ya que se ensucian con facilidad. Puedes usar toallitas o geles especiales para estas zonas. Y por supuesto, si te maquillas, al quitarlo has de hacerlo con mucho cuidado y los productos adecuados.
Tanto en casa como en el trabajo, debemos procurar que sea un ambiente sano para nuestros ojos. Que sea una zona aireada, bien iluminada y sin demasiada humedad. Fuera de casa, además, tenemos que tener cuidado de no tocarnos la superficie del ojo (y a ser posible nada alrededor) con las manos sucia. Algo bastante lógico pero en lo que no solemos pensar ya que la mayoría de veces lo hacemos de forma inconsciente. Por la calle, debemos proteger nuestra vista de agentes externos como la luz y sobre todo, el viento. Que puede dejarnos particulas de suciedad y polvo fácilmente en nuestros ojos.
Por supuesto, si hacemos deporte especialmente de velocidad como esquí, ciclismo o natación debemos tomar las medidas adecuadas para que nada pueda dañar nuestros ojos y además, cuidar su higiene. Usar las gafas protectoras adecuadas en cada caso y, por supuesto, ¡tenerlas limpias!
Pero la mejor medida tanto para cuidar la higiene ocular como nuestra salud, es acudir regularmente al oftalmólogo. Nada mejor que una revisión para ayudarnos a combatir cualquier tipo de problema o para garantizar que todo sigue bien
Equipo IOTT