Padecer daltonismo significa que no percibimos bien los colores. Se trata de una alteración en la visión diagnosticada por el químico y matemático inglés John Dalton en 1808. Él mismo sufría de esta patología.
Es una enfermedad hereditaria y congénita que afecta principalmente a los hombres. Un 8 % frente al 0,5 % de la población femenina.
Habitualmente, la primera alerta del daltonismo se detecta cuando una persona le informa de que el color que usted está mirando no es el que piensa.
Tipos de Daltonismo
Hay distintos grados, desde la incapacidad de diferenciar cualquier color hasta los que no aprecian los matices entre algunos tonos. Para la mayoría, es una afección con la que conviven sin darle demasiada importancia, pero para algunos supone un verdadero problema y limitación en su vida cotidiana. Ya que no pueden, por ejemplo, saber el estado de frescura de los alimentos o acceder a determinadas profesiones que exigen identificar correctamente los colores, como los militares, pilotos, policías o árbitros de fútbol.
Según el tipo de daltonismo, puede ocurrir que sean solo un tipo de células las que no se hayan desarrollado correctamente o incluso varias. O que su funcionamiento no sea el óptimo y detecten colores diferentes. El daltonismo severo, solo en casos extremos, el paciente lo vería todo en escala de grises.
En la mayor parte de los casos, los daltónicos pueden ver colores, pero algunos los ven descoloridos y se los confunde fácilmente con otros colores.
¿Por qué no perciben bien los colores un daltónico?
En la retina hay dos tipos de células que nos ayudan a formar la luz y el color: los bastones y conos. Los bastones diferencian cantidad de luz u oscuridad, y los conos detectan el color y se concentran cerca del centro de su visión. Con esta información de luz y color, el cerebro es capaz de interpretarlas para determinar nuestra percepción de la imagen.
En el caso de los pacientes daltónicos, la falta parcial o total de fotorreceptores sensibles a la luz en la retina provoca que no se pueda interpretar de manera correcta la información de color. Por lo general, ocurre entre verdes y rojos. Con menos frecuencia, se puede heredar un rasgo que reduce la capacidad de ver tonalidades de azul y amarillo. En este último caso, generalmente, afecta a hombres y mujeres por igual.
Aunque se trata de una enfermedad congénita, hay otras patologías como el glaucoma, la degeneración macular, el Alzheimer, el Parkinson o la leucemia que pueden incrementar el riesgo de desarrollarlo. También el uso de ciertos medicamentos para la artritis reumatoide.
¿Hay tratamiento para el daltonismo?
Es una enfermedad que no tiene tratamiento. Pero es importante detectarla a tiempo, sobre todo para los niños en edad escolar. Ya que no diferenciar los colores o confundirlos puede generar retrasos en el aprendizaje o ansiedad al no ser capaz de avanzar o ver diferente a sus compañeros. Conocer la anomalía y diagnosticarla permite desarrollar claves diferentes de reconocimiento.
Existen gafas y lentes de contacto que ayudan a distinguir determinados colores. También se están desarrollando terapias genéticas, pero aún están en fases poco avanzadas y sin aplicación en humanos.
Puede detectarse mediante test visuales específicos, como las cartas de Ishihara. Una prueba, la más común, que consiste en una serie de cartas que contienen círculos de puntos de colores y tamaños aleatorios. Los que tengan una visión normal detectarán un patrón de puntos en forma de número. Los que no lo distingan pueden padecer daltonismo.