Muchas campañas de concienciación al volante insisten en la necesidad de dormir bien y no coger el coche somnolientos a la hora de evitar accidentes. No ya por nuestra pérdida de capacidad de atención a la carretera, si no por la dificultad de distinguir las señales cuanto estamos en este tipo de estados.
Así lo ha constatado la Universidad de Duke en Singapur y las universidades de Michigan y Pennsylvania (EEUU). Según un estudio realizado, determinaron que los participantes que menos habían descansado la noche anterior tenían lapsos de atención que les impedía descifrar con seguridad algunos estímulos visuales.
Esto se debe a que un cerebro con falta de sueño, aunque es capaz de procesar imágenes simples, no hace lo mismo con las denominadas ‘áreas visuales altas’, que son responsables de dar sentido a lo que vemos. Además, nuestro cerebro con sueño libra una batalla neuronal por conseguir mantenerse despierto. De esta manera, los procesos que se inician de forma involuntaria para dormirse alteran el área fronto-parietal del cerebro, que media en el control cognitivo y en la percepción visual.
Las respuestas a los estímulos en personas con falta de sueño son más lentas y menos precisas que las de un cerebro «saludable» en este aspecto. El experimento se centraba en la distinción de letras y palabras a una determinada distancia, pero estaba visualmente preparado para que fuera similar a las señales de STOP de una carretera.
En IOTT sabemos de sobra lo importante que es tener una completa salud visual (y física) para desempeñar las actividades cotidianas, por eso siempre insistimos en la necesidad de dormir bien. De hecho, creemos que dormir bien es la mejor medicina posible para la vista. Descansar el tiempo adecuado hace que los globos oculares se recuperen y recobren su energía para afrontar las siguientes horas.
Porque como ya hemos visto en otras ocasiones, muchos problemas oculares como la irritación, conjuntivitis, alteraciones en la visión o fotofobia están relacionados con un mal descanso. Además de la fatiga visual, acrecentada en estos tiempos por el exceso de uso de monitores.
Equipo IOTT