La presbicia es una irregularidad visual-refractiva: con el paso de los años, el cristalino pierde elasticidad y dejan de enfocarse nítidamente las imágenes. Es operable. Se puede corregir y modificar.
Atent@ porque vamos a contarte una obviedad, pero, a menudo, las obviedades las pasamos por alto y merecen ser recordadas. Así como las piernas y tu cuerpo se cansan, la vista también se fatiga y cuando eso ocurre, se produce lo conocido como presbicia, técnicamente, o vista cansada, en lenguaje más plano y popular.
Como aproximación más técnica, la vista cansada (presbicia) es una irregularidad refractiva, que afecta al cristalino, lente natural del ojo que permite el enfoque de los objetos e imágenes a distintas y diferentes distancias. Poco a poco, tras el paso de los años, cuando esta área ocular pierde elasticidad, se produce la refracción y dejan de enfocarse nítidamente los objetos e imágenes. Esa es la causa principal, la pérdida de elasticidad en el cristalino.
¿Qué es la refracción? Repásalo aquí.
A medida que el paciente va cumpliendo años, porque estos no pasan en vano, el cristalino ve reducida su elasticidad en ojo, que ya no es tan ‘joven’. El cristalino se vuelve más rígido y, por ende, pierde la flexibilidad que tenía antaño. Es una pérdida progresiva, así como la regresión de la acomodación (virtud de enfocar los objetos e imágenes a diferentes distancias).
En general, este retroceso, marcado sensiblemente por el transcurso de los años y la vida, se manifiesta a partir de los 40 años, momento en el que la presbicia ha de controlarse más y mejor.
Síntomas de la presbicia
La presbicia se entiende mejor a partir de cuatro síntomas claros y evidentes. Aquí los tienes:
- Dificultades manifiestas para leer de cerca. Esas páginas se emborronan.
- Alejar los objetos para percibirlos mejor. Falsa sensación de que cuando más lejos están las imágenes, mejor las ves.
- Fatiga ocular. Sensación fatal de cansancio después de leer o estar delante de aparatos electrónicos durante un tiempo prolongado.
- Se ve mal cuando hay poca luz.
Presbicia e hipermetropía: diferencias
Si en el pasado artículo se analizaba la hipermetropía, en este se comparan ambos trastornos refractivos (hipermetropía y presbicia), que comparten fondo y forma, pero se alejan en cuanto a causa.
Ambas son irregularidades refractivas en las que los objetos e imágenes se perciben de forma borrosa.
De manera resumida y comprensible, la principal diferencia es que mientras la hipermetropía está asociada a la forma del ojo, cuando la luz accede por detrás de la retina, la vista cansada responde al paso del tiempo y a la disminución de la elasticidad del cristalino.
Operación de presbicia
La presbicia, ¿se opera? Sí, la presbicia es operable. En el Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT), por ejemplo, se utiliza el láser AMARIS, especialista en cirugía refractiva, para corregir y modificar la presbicia. Esta herramienta, dotada con tecnología de última generación, reduce una dioptría por segundo. Es segura y eficaz. Paralelamente, es rápida e indolora. La intervención dura unos tres minutos, aproximadamente. Para más información sobre el láser AMARIS y la presbicia, consúltanos. Estaremos encantados de atender tus preguntas e inquietudes.