¿Te preocupa la salud ocular de tus hijos? ¿Crees que pueden tener algún tipo de problema de visión? Seguro que en alguna ocasión has oído hablar de la hipermetropía infantil. Se trata de una de las dolencias ópticas más comunes y habituales entre los niños y, por lo general, no resulta preocupante.
Sin embargo, siempre es conveniente conocerla, saber qué tipologías existen y cuáles son sus síntomas y entender las posibilidades a las que nos enfrentamos. ¿Es posible corregir la hipermetropía infantil? Te lo revelamos en este artículo.
¿Qué es exactamente la hipermetropía infantil?
Lo que ocurre en esta versión de la hipermetropía es algo muy similar a lo que sucede cuando la presentamos los adultos, por lo que, en caso de padecerla, te será más sencillo entender el funcionamiento. Sin embargo, las causas, síntomas, consecuencias y tratamientos son diferentes cuando hablamos de menores.
En todos los casos se trata de un problema de refracción, ya que hablamos de que las imágenes que se captan a través del globo ocular, en lugar de enfocarse en la propia retina lo hacen tras ella.
En el caso de los niños, esto ocurre porque el ojo presenta una potencia menor o un tamaño algo más reducido de lo común. Por lo general suele aparecer en torno a los cuatro años de edad como dolencia, pero lo cierto es que tan solamente el 30% de los bebés nacen sin este problema, lo que ya nos da algunas pistas acerca del inconveniente.
Tipos de hipermetropía infantil
Dentro de la hipermetropía infantil podemos encontrar diversas tipologías y subtipos, al igual que ocurre entre los adultos que la presentan:
- Hipermetropía de índice: en determinados puntos transparentes del ojo se incrementa el índice de refracción.
- Hipermetropía de curvatura: se da cuando el radio de la capa externa del cristalino es menor que el del ojo.
- Hipermetropía latente: es la más habitual entre los niños y suelen compensarla de manera fisiológica mediante el músculo ciliar.
- Hipermetropía axial: aparece cuando la longitud del eje óptico se ve reducida.
- Hipermetropía manifiesta: también aparece con frecuencia entre los menores, aunque en este caso no se compensa. En esta tipología se engloban tres subtipos:
- Hipermetropía facultativa: aunque no es compensable a través del músculo ciliar, sí se logra mediante un esfuerzo acomodativo.
- Hipermetropía absoluta: se da cuando no es posible la compensación del defecto visual.
- Hipermetropía total: es la que reviste mayores efectos, ya que presenta al mismo tiempo las dos anteriores.
¿Existen diferentes grados en la hipermetropía infantil?
Más que hablar de grados, en la hipermetropía infantil podemos hablar de evolución. Por lo general, teniendo en cuenta que el 70% de los niños nacen con esta característica, se espera que en torno a los 3 años comience a verse reducida, llegando a un máximo de 3 dioptrías hasta los 5 años. A partir de este momento lo más habitual es que desaparezca antes de alcanzar los 10 años.
¿Qué síntomas presenta la hipermetropía infantil?
En este aspecto no existen grandes diferencias entre la hipermetropía infantil y la adulta. El síntoma principal es una visión deficiente de cerca y, con total probabilidad, aparecerán la fatiga visual, el dolor de cabeza y los ojos rojos; al mismo tiempo pueden aparecer con menor frecuencia lo que conocemos como “ojo vago” y el estrabismo.
¿Se puede corregir la hipermetropía infantil con el crecimiento?
En general, para corregir la hipermetropía infantil únicamente hay que esperar al crecimiento del niño, aunque si no desaparece en el plazo indicado anteriormente, la dolencia permanecerá de por vida. En este caso no tiene por qué aumentar la graduación, aunque los problemas de visión también se harán patentes en las distancias largas.
¿Cómo corregir la hipermetropía infantil?
En realidad no hay una técnica específica para corregir la hipermetropía infantil. La solución, si a partir de los 10 años esta se ha cronificado, será el uso de gafas o lentillas. Cuando la dolencia se estabiliza, la cirugía refractiva es otra posibilidad.
¿Es posible prevenir la hipermetropía infantil?
Aunque no existe una prevención de manera directa sobre este problema, el hecho de desarrollar hábitos sanos posibilita la reducción de posibilidades de sufrirlo. En este sentido, para los niños son muy importantes la alimentación y el ejercicio físico.
Un diagnóstico precoz para corregir la hipermetropía en niños
Como hemos comentado, corregir la hipermetropía en niños no es posible de manera directa, si bien es cierto que en algunos casos concretos es mejor llevar un control. Para averiguarlo, lo más recomendable es asistir a consulta para pasar revisión cuando el niño ha alcanzado los 3 años de edad para descartar cualquier anomalía.