El astigmatismo es uno de los defectos visuales a los que menos importancia se le da, quizá por ser el más desconocido. Consiste en no enfocar bien los objetos y no tiene nada que ver con otros defectos visuales como la miopía y la hipermetropía. Es decir, se puede tener a la vez que éstos.
Esto sucede porque la luz llega a un único punto de la retina, lo que en consecuencia no produce una imagen exacta de las cosas; produciéndose varias imágenes y diferentes puntos de foco tanto por la parte delantera como por detrás de la retina o ambas partes. Suele deberse a que la superficie de la córnea no es complementa cóncava, más bien adquiere una forma ovalada.
Cómo detectar el astigmatismo en niños
Los más pequeños, muchas veces, no son conscientes de que enfocan mal los objetos lejanos y por eso, es una patología que suele confundirse con miopía. Como muchas veces viene relacionada, es común que, si no acudimos a un oftalmólogo especializado, solo se traten los problemas refractivos y no el astigmatismo. Para detectarlo, como padres, puedes fijarte en si tu niño presenta alguno de estos síntomas:
- Dolores de cabeza
- Congestión
- Picor en los ojos
- Mareos
- Fatiga visual
En caso de que detectemos alguno de estos síntomas, debemos acudir a nuestro oftalmólogo para que examine los ojos del pequeño. El astigmatismo se puede detectar con los mismos aparatos que detectan la miopía y la hipermetropía. El examen consiste en la introducción de varias lentes entre el ojo y la luz que alumbra, esta prueba se le conoce como retinoscopia.
En IOTT, contamos con métodos aún más avanzados para determinar el astigmatismo mediante la utilización de aparatos automatizados. Gracias a ellos, se puede detectar con mayor precisión y exactitud cualquier problema ocular.
¿Qué hago si mi hijo tiene astigmatismo?
Si no se detecta y se corrige a tiempo, pueden provocar problemas educacionales en el menor, como una peor adaptación a la escuela. De hecho, según un estudio, hasta el 30% de los casos de fracaso escolar están directamente relacionados con problemas de visión: el niño no puede ver la pizarra o los libros con claridad y le cuesta un mayor esfuerzo atender o estudiar. Detectar estos casos a tiempo es clave no solo para corregirlos, sino para asegurarnos que el pequeño tenga un rendimiento satisfactorio en clase y que viva su vida con total normalidad.
A estas edades, el tratamiento más adecuado es el uso de gafas para su corrección. Para operarnos de astigmatismo mediante cirugía láser lo mejor es esperar a que se complete su desarrollo ocular a los 23 años aproximadamente.
¿Crees que tu hijo tiene problemas visuales? No esperes más. Detéctalo a tiempo con nosotros
Equipo IOTT