Para muchos, «dormir con un ojo abierto» es una frase hecha que se refiere a estar siempre alerta, incluso cuando más vulnerables somos. Sin embargo, este hecho es posible y es más común de lo que se cabría pensar. Pero no suele indicar nada bueno, ya que suele ser síntoma de infecciones, traumatismos, parálisis faciales o algún tipo de enfermedad cutánea.
El hecho de dormir con los ojos abiertos se denomina médicamente lagoftalmos o lagoftalmia y se describe como la incapacidad de cerrar correctamente los ojos. Como es de esperar, es un síntoma difícil de diagnosticar, ya que la persona que lo padece no suele darse cuenta de que está dormida pero mantiene los ojos abiertos. También puede ser parte de patologías peores o derivadas de este hecho, ya que si al dormir no cerramos correctamente los ojos, los párpados quedan separados y no protegen nuestro globo ocular con los consiguientes riesgos de sequedad ocular, lesiones o infecciones por partículas que nos puedan entrar mientras estamos tumbados.
¿Por qué duermo con los ojos abiertos?
Por lo general, la lagoftalmia nocturna suele estar generada por factores mecánicos o nerviosos. Denominamos «mecánicos» a los casos donde es el músculo el que no funciona correctamente y esto impide el cierre completo de los párpados. En estos casos, suele ser provocada por algún tipo de afección o cicatriz cerca de los ojos. En cuanto a los factores nerviosos, suelen estar relacionados con lesiones de los nervios faciales que impiden que la información de cierre llegue de forma correcta al músculo encargado de hacerlo. Puede ser provocado por algún tipo de tumor, traumatismo o casos de parálisis facial.
¿Cómo se trata la lagoftalmia nocturna?
Cada caso es un mundo y no tiene una solución única. Dependiendo de la gravedad y el estado de los párpados, el oftalmólogo puede optar por diferentes soluciones. Recetar algún tipo de lágrimas artificiales, para mantener la córnea lubricada y evitar la sequedad, usar gafas especiales que eviten que la película lagrimal se evapore al tener el ojo abierto o incluso una cirugía plástica ocular que pueda solucionar el problema si tiene que ver con los músculos del párpado.
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Equipo IOTT
