La conjuntivitis, cada vez más, se está convirtiendo en una enfermedad habitual entre la población. Por suerte, es una de las patologías menos graves y se puede tratar de una manera eficiente y sin complicaciones con el paso de los días. Pero al igual que cualquier enfermedad menor, no ha de descuidarse ya que, de no tratarse adecuadamente puede derivar en algunas complicaciones más graves.
La conjuntivitis es un virus y como tal es muy contagiosa. Por eso, si conoces a gente que la padezca o tú mismo la sufres, tienes que tener mucho cuidado para que no afecte a más personas. De hecho, aunque no la tengas diagnosticada por un oftalmólogo, si crees que puedes sufrirla tienes que empezar a tomar precauciones. ¿Cuáles son estos síntomas y cuáles son las precauciones? Te lo contamos.
¿Cómo saber si tengo conjuntivitis?
Los síntomas de la conjuntivitis varían según cuál sea la causa. Pero por regla general, el enrojecimiento ocular, el aumento de lágrimas, secreciones oculares, picor y sensibilidad a la luz suelen ser los más comunes. También se puede notar algo de dolor o en algunos casos, notar algo de visión borrosa.
¿Cómo evitar el contagio de conjuntivitis?
Lo primero que tenemos que hacer si padecemos alguno de estos síntomas y creemos que podemos tener conjuntivitis es acudir al oftalmólogo para elaborar un diagnóstico y poder empezar con el tratamiento más adecuado. Además, nos dará algunas pautas para evitar contagio al resto de nuestras personas cercanas. Hay que tener especial cuidado en estos aspectos:
- No compartir toallas, sábanas o prendas que puedan haber entrado en contacto con los ojos. Tampoco maquillaje o gafas.
- Lavarnos las manos con mucha frecuencia. Sobre todo, después de tocarnos los ojos.
- No ir a lugares donde compartamos agua en un espacio cerrado con otras personas como la piscina o un spa.
- Limpiar las secreciones de los ojos con toallitas húmedas o pañuelos y desecharlas inmediatamente. Y por supuesto, lavarnos las manos inmediatamente después.
En caso de que la conjuntivitis la padezca algún menor o un niño pequeño y tengamos que hacernos cargo de tratarle en su lugar, también tenemos que extremar las precauciones. Debemos ser especialmente cuidadosos con su higiene para evitar tanto contagiarnos como que su enfermedad se cure correctamente.
Equipo IOTT