La conjuntivitis es la inflamación de una membrana transparente que recubre parte de nuestro globo ocular llamada conjuntiva. Generalmente se asocia con la rojez en los ojos aunque esta no es su única causa. Esto se debe a que por la conjuntiva pasan pequeños vasos sanguíneos que quedan visibles en la zona blanca del ojo. Cuando se inflaman, su color es mucho más evidente.
Normalmente la conjuntivitis no es una enfermedad grave y puede ser tratada de manera eficiente. Eso sí, como todo virus y toda enfermedad, si no es tratada adecuadamente puede derivar en algunas complicaciones más graves.
¿Cómo saber si tienes conjuntivitis?
Los síntomas de la conjuntivitis varían algo dependiendo de la causa de la enfermedad, pero siempre siguen algunos patrones como el enrojecimiento, el aumento de lágrimas, secreciones oculares de color transparente, amarillo, blanco o verde, picor en los ojos o sensibilidad a la luz.
También puedes notar un dolor moderado en el ojo o visión borrosa con sensación de arenilla en algunos casos.
Lo que no puedes olvidar es que la conjuntivitis es un virus y como tal, es una enfermedad contagiosa. Por ello, durante el tiempo que puedas dudar si la tienes y cuando la confirmes, deberás lavarte bien las manos después de tratarte o tocarte los ojos y evitar el contacto cercano con otras personas. Así como no compartir toallas, almohadas, maquillaje, gafas o estuches para las gafas o lentillas.
La mayoría de los casos de conjuntivitis son leves y suelen mejorar al ser tratados. Sin embargo, el tratamiendo ha de ser consultado y supervisado por un especialista oftalmológico. Nunca debemos automedicarnos. Nuestro especialista nos hará un seguimiento de la enfermedad y aplicará un tratamiento específico según el grado de infección.
Conjuntivitis en los recién nacidos
Los recién nacidos pueden contraer conjuntivitis. En la mayoría de los casos, por prevención, la mayoría de hospitales aplican gotas o ungüento en los ojos de los recién nacidos para prevenir la enfermedad en los primeros días. Pero puede haber casos en los que el bebé nazca con conjuntivitis o la contraiga al poco de nacer.
La conjuntivitis neonatal suele estar causada porque la madre sufre algún tipo de enfermedad de transmisión sexual como gonorrea o clamidia. Por eso, en todos los casos de embarazo donde la mujer piense que puede tener algún tipo de infección, ha de acudir inmediatamente a su ginecólogo para hacerse pruebas y recibir el tratamiento oportuno ya que este tipo de conjuntivitis derivada de infecciones puede ser muy grave para los ojos del bebé.
Equipo IOTT