Se acerca la primavera. Una de las peores épocas para los ojos sobre todo para los alérgicos. Picor, rojez, molestias continuas…. son algunos de los síntomas por los que cerca del 25% de la población pasa en estos meses. Además, la tendencia es que cada vez llegue afecte a mayor número de población, llegando previsiblemente al 50% en pocos años.
En primavera, las alergias causadas por el comienzo del periodo de la floración suelen provocar escozor en los ojos y una sensación de catarro permanente. Esto se debe a que ciertas células de la conjuntiva liberan histamina, provocando la reacción de nuestro sistema inmunitario ante el alérgeno que detecta (en este caso el polen). Aunque sus síntomas son muy molestos, apenas amenazan la visión o la salud ocular. A diferencia de afecciones similares en cuanto a síntomas como la conjuntivitis.
La clave para paliar los efectos de la alergia durante la primavera se centra en tratar de evitar (o al menos reducir el contacto) con la sustancia que causa el problema. Pero ya que el polen está presente en el ambiente en esta época, lo mejor es evitar las horas más secas del día, siempre que sea posible. La humedad ayuda a respirar mejor y disipa la acción del polen. Por ello, es recomendable contar con humidificadores que regulen la humedad en nuestra casa para poder encontrarnos mejor cuando estemos dentro. Además, mantener las ventanas cerradas en las horas más tempranas de la mañana disminuirá la cantidad de polen que pueda entrar en nuestro hogar.
Otras ayudas que podemos tener en esta época pasan por tratar los síntomas de la alergia como el uso de lágrimas artificiales para aliviar el picor y la sequedad de los ojos limpiando los alérgenos que puedan encontrarse en él. También es conveniente tratarse con descongestionantes o antihistamínicos para reducir la sensación de catarro. Eso sí, siempre bajo la supervisión y receta de nuestro médico.
Equipo del IOTT